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Esta es la continuación a la entrada sobre el dolor (¿Qué es el dolor?) en la que vamos a describirte uno de los componentes de esta experiencia, que ya comentábamos que es estresante y que conlleva una alteración de la homeostasis.
¿A qué se refiere este componente sensitivo-discriminativo?
Todo dolor podemos localizarlo y definirlo. Pongamos el ejemplo de un martillazo en el dedo pulgar de la mano derecha. Sabemos e identificamos claramente:
- ¿Dónde nos duele? Podemos señalarlo si fuera necesario (ya veremos que según el tipo de dolor puede ser ´a punta de dedo´ o más generalizado en una zona. En el caso que hemos puesto, pues ´piel y metacarpofalángica del pulgar de la mano derecha. Aquí sabemos si es piel, superficial, profundo, visceral…
- ¿Cuánto nos duele? Podríamos cuantificarlo según la escala analógica visual (VAS, por sus siglas en inglés), del ´0 al 10´, siendo el 10 un dolor insoportable y 0 la ausencia de dolor. ¿Le ponemos un 7 al dolor del martillazo?
- ¿Cómo nos duele?: punzante, quemante, nos arde, nos martillea, nos golpea… Veremos que hay dos tipos de dolor, primario y secundario. En este caso, el primario sería intenso y a oleadas, y el secundario, sordo, como de fondo, menos intenso y algo más amplio, hasta nos puede doler algo por la muñeca.
- ¿Cuándo nos duele?: cuando me muevo, cuando estoy quieto/a, cuando me giro de postura, cuando estoy 5 minutos andando, corriendo, al subir el brazo más de 90º de flexión de hombro… En el caso del martillazo: ¡todo el rato, sobre todo al principio! Pero más cuando flexiono o muevo el pulgar, como defensa, por ejemplo.
Fig. 1: Vías aferentes del componente sensitivo-discriminativo del dolor
Que seamos capaces de percibir, de experimentar este componente (y cualquier otro) del dolor se realiza gracias a las vías aferentes del dolor. Desde que se produce el estímulo doloroso, existen unas vías aferentes (aferente quiere decir que lleva la información desde la periferia (el cuerpo) hasta el sistema nervioso central, que serían médula y cerebro) que transportan esta información por los nervios sensitivos hasta el cuerno posterior de la médula espinal. Ahí, en la médula, la información cruza al otro lado (el martillazo de la mano derecha viaja hacia el cerebro por el lado izquierdo de la médula) y llega, entre otras zonas, al córtex o corteza sensitiva, en el cerebro, a la zona que corresponde al pulgar (piel, músculos, articulación… en los que el estímulo haya llegado a ser nociceptivo, eso quiere decir, que haya llegado al umbral de producir dolor).
¡Y ahí tenemos la percepción de este componente sensitivo!
Quedan dos más, ¿te animas a descubrirlos con nosotros?
Efinat Labs, la eficacia de lo natural.
Referencias
- Craig, A. D. (2003). A new view of pain as a homeostatic emotion. Trends in neurosciences, 26(6), 303-307.
- Begum, M. R., & Hossain, M. A. (2019). Validity and reliability of visual analogue scale (VAS) for pain measurement. Journal of Medical Case Reports and Reviews, 2(11).
- Melzack R. Evolution of the neuromatrix theory of pain. The Prithvi Raj Lecture: presented at the Third World Congress of World Institute of Pain. Barcelona 2004. PainPract 5, 85-94.